En el vasto mundo de Baldur’s Gate 3, el frasco de hierro es un misterioso objeto que despierta la curiosidad de los jugadores. Este artículo te llevará a través de una emocionante aventura para obtener este tesoro oculto, explorar su contenido sellado y tomar decisiones cruciales sobre su destino. Descubre cómo adquirir el frasco de hierro, qué te aguarda al abrirlo y cuál es la mejor opción para aprovecharlo al máximo.
Cómo obtener el frasco de hierro
El frasco de hierro es un tesoro único que puedes conseguir durante el acto 1 de la historia de Baldur’s Gate 3. Para obtenerlo, debes dirigirte a una cueva en el área del Camino Elevado, al norte de la Aldea Marchita y al este de Remanso de Waukeen. Dentro de esta cueva se encuentra una caravana, y en su caja fuerte encontrarás el codiciado frasco de hierro en las coordenadas X:40 e Y:629.
La caja fuerte en cuestión es un elemento clave de la misión secundaria titulada «Hallar el envío desaparecido». Al llegar a la cueva, te encontrarás con un grupo de hombres bajo el ataque de gnolls, incluyendo un poderoso Señor de la Guerra Gnoll. Después de vencer a estos enemigos y despejar el lugar, podrás entablar una conversación con Rugan, un personaje importante en la trama.
Para obtener el frasco de hierro, debes persuadir a Rugan para que colabore contigo y prometerle que llevarás la carga de la caja fuerte a Zarys, un miembro de los Zhentarim. Si prefieres la astucia sobre la diplomacia, puedes optar por forzar la cerradura de la caja fuerte, pero ten cuidado, se recomienda utilizar un personaje con habilidades de juego de manos, como Astarion.
Descubriendo el secreto del frasco
Una vez que tengas el frasco de hierro en tu inventario, la tentación de desvelar su misterio se apoderará de ti. Al interactuar con el objeto, descubrirás que su contenido está sellado por un tapón de oropel. Si tu personaje tiene un alto atributo de arcano, podrás realizar una tirada de habilidad para examinar el frasco con más detalle, lo cual es especialmente sencillo para personajes como Gale.
En este punto, se te presentarán dos opciones: retirar el tapón y enfrentarte a lo que se esconde dentro o guardar el frasco sin abrirlo. La decisión de abrirlo es arriesgada, ya que liberará a un Espectador, una criatura tipo Beholder. Esta criatura es hostil y desencadenará inmediatamente un combate. Con 95 puntos de golpe y nivel 5, el Espectador no es un adversario fácil de vencer.
Sin embargo, abrir el frasco también puede tener sus ventajas en un combate. El Espectador atacará a todo lo que tenga a su alrededor, lo que significa que no solo amenazará a tu grupo, sino también a tus enemigos. Esto convierte al frasco en una especie de arma arrojadiza, ya que si lanzas el frasco hacia un grupo de enemigos, liberarás al Espectador y lo pondrás en acción.
¿Qué deberías hacer con el frasco de hierro?
La pregunta que surge es qué hacer con este objeto tan intrigante. Nuestra recomendación es no forzar la caja fuerte y mantener el frasco de hierro en tu inventario, como prometiste a Rugan. Esto te permitirá cumplir tu acuerdo con los Zhentarim, desbloquear nuevas misiones y obtener recompensas valiosas.
Abrir el frasco solo es aconsejable si deseas un emocionante enfrentamiento con el Espectador o si buscas una forma única de derrotar a tus enemigos en la batalla. Sin embargo, ten en cuenta que esta elección también puede volverte hostil a los Zhentarim, lo que puede tener consecuencias en la trama del juego.
Otra alternativa es vender el frasco de hierro por 480 monedas de oro. Si bien es una suma respetable, consideramos que la alianza con los Zhentarim y las posibles recompensas a largo plazo superan este beneficio monetario.
